miércoles, 25 de julio de 2012

"ESPELEODOMINGO II" OJO DE VALJUNQUERA, AMBEL 01-07-2012

Parece que le vamos cogiendo el gusto a esto de las cuevas, esta vez la elegida es el Ojo de Valjunquera, en la localidad de Ambel.

En esta ocasión nos apuntamos ocho personas, entre socios y amigos del Club de montaña Campo de Borja.

Unos habían estado hace tiempo, otros la habíamos visitado pocos días antes y para otros fue la primera vez, aunque seguro que no la última.

Quedamos para variar en "el árbol gordo" del parque y de allí salimos en dirección a Valjunquera. Pasado Ambel, camino de Talamantes, cogimos una pista a mano derecha donde, tras recorrer unos 250 m. aparcamos los coches aprovechando un ensanche del camino.

Retrocedemos unos pocos metros para bordear un campo y dirigirnos hacía la entrada de la cueva, en el barranco de Valjunquera.

Una vez allí, la foto de equipo de rigor y comienza nuestra incursión.

El Ojo de Valjunquera tiene algo mas de 1 Km. de desarrollo, aunque como alguno ya habíamos estado pocos días antes, sabemos que vamos a poder entrar unos 800 m.  hasta el primer sifón, que no está nada mal.

Esta cueva es divertida ya desde el principio, una estrecha entrada nos obliga a ponernos "cuerpo a tierra" y tras unos pocos metros ya podemos incorporarnos un poco, en breves llegamos a una zona inundada, en algun punto con mas de un 20 cm. de agua, así que pies a los laterales de la pared para no mojarnos y bien agachadicos para no darnos contra el techo, la postura es divertida...

Tras pasar esta zona, el "tubo" se agranda y ya podemos ponernos de pie, entonces llegamos a una chimenea de unos 6 o 7 metros bien equipada con cuerdas, la verdad es que se agradecen, ya que las paredes están muy húmedas y tienen mucha arcilla, material que nos va a acompañar durante casi todo el recorrido.

Una vez superada la chimenea, el espacio se ensancha, aunque aún vamos a tener algunas zonas de techo bajo a lo largo de la cavidad.
Llegamos a un pequeño resalte de unos 2 m. donde también hay instalada un cuerda que nos ayuda a superar el resalte y la rampa que viene a continuación, ambos bastante resbaladizos. Poco después, siguiendo por la galeria principal, accedemos a la gran columna, espectacular, desde donde, por medio de otra cuerda, realizamos un pequeño descenso de unos 4 metros y llegamos a una sala casi circular que nos sorprende por su suelo, una fina arena que muchas playas la quisieran. Salimos de esta sala por un orificio estrecho a ras de suelo y nos encontramos con una galeria inclinada y el río subterraneo abajo, a partir de ahora vamos a verlo casi todo el rato.

Al final de esta galería, también hay un "pasamanos" de cuerdas, para evitar resbalar en la arcilla y caer al río. tras este pasamanos llegamos a otro de los puntos mas bonitos de esta cueva, un paso sifonante que nos obliga a pasar a pulso, con agua en el suelo y el techo muy, muy bajo, de los ocho que íbamos, solo uno no se mojó, jeje, no voy a decir quién fué, solo hay que ver las fotos.

Una vez superado este bonito paso, solo nos quedan unos 200 m. hasta llegar al sifón que da por terminada esta incursión.

Volvemos a desandar lo andado, a destrepar lo trepado y a trepar lo destrepado anteriormente para salir al mundo real y dar por finalizada esta interesante y divertida jornada de espeleodomingo.


TEXTO: Sergio Albericio
FOTOS: Javi Lerín y Javi Ferrández